lunes, 20 de septiembre de 2010

Nota en diario" El Comercio" de Venezuela

Mejor reír juntas que llorar solas

Por CRISTINA ARBOLEDA
(http://www.elcomercio.com/Generales/Solo-Texto.aspx?gn3articleID=181134)
Justo en los momentos en que una tiene apuro, en que necesita que las cosas salgan a la perfección, llega el señor Murphy con sus leyes. Y estas afectan especialmente a las mujeres, no porque él nos tenga aversión sino porque día a día debemos asumir el reto de ser buenas madres, buenas hijas, buenas esposas, buenas amas de casa y excelentes profesionales.


SU OBRA
‘Leyes de Murphy solo para mujeres’ es el segundo libro de Ana Von Rebeur, disponible en nuestro país. El primero, ‘¿Quién entiende a los hombres?’, salió a la venta en 2008. Estas obras están publicadas bajo el sello editorial de Norma.Pero ¿qué es esto de las leyes de Murphy? “Son las reglas que marcan la tendencia perpetua de la vida de una mujer a convertirse en un pequeño infierno de importantes dimensiones”, señala la escritora Ana Von Rebeur en su último libro ‘Leyes de Murphy solo para mujeres’.

En esta obra, Ana nos recuerda también que Edward A. Murphy Jr. fue un ingeniero que trabajó en la Fuerza Aérea estadounidense y tras una serie de desafortunados experimentos científicos sentenció: “Si alguien tiene una forma de cometer un error, lo hará”.

Y evidentemente, cuando somos las mujeres quienes tenemos que correr de la casa a la oficina, para pasar por el supermercado a la salida, volver a casa para revisar las tareas de los hijos, para preparar la comida del día siguiente y quién sabe qué otras cosas… es más probable aún que nuestras actividades no salgan tan bien.

Pero los accidentes, los momentos desafortunados, las metidas de pata, los ¿por qué a mí y por qué justo ahora? no pueden deprimirnos; al contrario, lo que Ana ha querido lograr con su libro es que tengamos el suficiente buen humor y, por tanto, la sabiduría para lanzar una gran carcajada colectiva ante estas leyes de Murphy que nos atacan a todas por igual.

Las 213 páginas se leen muy fácilmente, porque además de tener un estilo muy fresco y espontáneo, Ana echa mano de su talento como humorista gráfica y ha incluido una gran cantidad de divertidas caricaturas para que hasta la más seria suelte una risotada. Y eso no será complicado, pues como nos ha dicho Ana en una entrevista telefónica, “el humor femenino es solidario”, nos reímos de cómo nos han destrozado el cabello en la peluquería o del rotundo fracaso que fue la cita de anoche. Es decir, “lo que para ellos sería el relato de un fracaso, para nosotras es comedia”, concluye.

A medida que avanza la lectura, las más incrédulas se irán convenciendo de que incluso a ellas las leyes de Murphy les afectan en la vida cotidiana, mientras se maquillan, mientras se pelean con los electrodomésticos, en los momentos románticos, cuando van de ‘shopping’, en el trabajo, durante las vacaciones e incluso en las festividades, porque Murphy nunca descansa.
La segunda parte del libro está dedicada a las madres.

El recuento de los pormenores va desde el embarazo, la etapa escolar, la temida adolescencia... pero, no se asuste, la obra acaba con un capítulo muy especial: todo lo que hace que ser mujer valga la pena a pesar de que el mundo sea tan Murphy.

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